Bancos vienen, bancos van

por Màrius Navazo

¿Tu Ayuntamiento ha quitado los bancos que había en tu calle? ¿Hay gente de tu calle que ha pedido que los eliminen y el Ayuntamiento les ha hecho caso? ¡Aquí tienes un modelo de instancia que te podría servir!

En respuesta a las quejas de algunas personas residentes, el Ayuntamiento ha eliminado recientemente los bancos de nuestra calle. Las quejas se centraban en molestias por los ruidos de la gente que ahí se sentaba. Ante esta decisión del Ayuntamiento, las personas firmantes, también todas residentes de la calle, queremos EXPONER:

1-  UNA CIUDAD AMABLE: el concepto de ciudad amable, ciudad humana o ciudad para las personas quiere decir que, entre otras cosas, nos gusta que en nuestra calle haya bancos y otros elementos de mobiliario urbano que inviten a la gente a quedarse, jugar, o charlar. Bien sean personas mayores, pequeñas o jóvenes. Bien sea gente conocida o desconocida. No nos molesta el alboroto o el ruido que proviene de la propia gente de la calle. Al contrario, por norma general, nos gusta que nuestra calle no esté vacía y queremos evitar que sea simplemente un mero lugar de paso.

2-  LAS MOLESTIAS: entendemos que la definición de aquello que resulta molesto es bastante subjetiva. De este modo, aquello que resulta molesto para unas personas, no lo es para otras. Por lo tanto, consideramos legítimo que parte del vecindario tenga una vivencia de molestia en relación a los bancos. Tan legítimo como a quienes nos gusta que los bancos estén. O tan legítimo como la vivencia de que aunque los bancos pueden llegar a molestar a veces, deben de estar. Es decir, reconocer el conflicto personal interno que pueden generar los bancos, y no situarse en un extremo u otro, también es legítimo.

En definitiva, las personas firmantes no somos quienes para afirmar si los bancos son molestos o son atractivos. Ambas vivencias, o la mezcla de estas, son reales y legítimas.

3-  ¿EXISTENCIA DE UN PROBLEMA O CONFLICTO? Ahora bien, dado que la percepción de molestias o de atractivo de los bancos es muy subjetiva, y dado que una ciudad amable necesita de bancos, entendemos que la cuestión clave para decidir su supresión debe ser, como mínimo, la existencia de un problema o conflicto habitual en relación con este mobiliario urbano (mediciones de superación de ruido, necesidad de presencia policial reiterativa, etc.).

Y en este sentido, las personas firmantes sí que afirmamos que los bancos de nuestra calle no generan ningún conflicto generalizado de convivencia, ni durante el día ni durante las noches.

Además, en el caso hipotético de que se hubiera dado algún conflicto puntual de molestias nocturnas, entendemos que un conflicto puntual no puede justificar la eliminación de los bancos. Del mismo modo que la ciudad necesita contenedores de basura, paradas del bus o tráfico de mercancías (a pesar de que generen molestias a los residentes del entorno), también necesita de mobiliario urbano para que las calles de la ciudad no sean inhóspitas.

Por todo esto, SOLICITAMOS que el Ayuntamiento reponga los bancos suprimidos.

 

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