El objetivo final de dicho trabajo, encargado por la empresa Atlantic Company, dependiente del Banco Espírito Santo de Portugal, era la puesta en valor turístico de una finca de más de 15.000 hectáreas situada en el Alto Alentejo portugués, la Herdade da Comporta, dedicada en sus inicios principalmente al cultivo del arroz. Dentro de las condiciones impuestas por dicho objetivo final, abiertamente lucrativo, el proceso de intervención presentaba desde su inicio varias singularidades que lo diferenciaban de otros concebidos con el mismo fin. La gran extensión del territorio sobre el que se debía intervenir, lo cual acerca el proceso a la escala de la planificación territorial, era uno de estos aspectos singulares, como lo era el complejo proceso histórico y político que había llevado a la concentración de tal extensión en manos privadas. Sin embargo, tal vez lo más importante fuera la voluntad por parte de los propietarios de llevar a cabo una actuación de calidad en la que primasen los criterios de sostenibilidad, entre los cuales se incluía el que el proceso de planificación se concibiera desde la multidisciplinariedad. La idea principal que guíaba esta voluntad es que los usos turísticos que allí se implantasen «no den lugar a un nuevo Algarve».

Dentro de esta voluntad de multidisciplinariedad, fueron varios los equipos que trabajaron en la primera fase de diagnóstico y planificación. El papel de Gea 21 dentro de este proceso fue el de aportar criterios de sostenibilidad en relación con cuatro sectores diferenciados: Agua, Transporte, Energía y Urbanización/Construcción. Dichos criterios, así como las propuestas y recomendaciones que de ellos se derivasen, una vez debatidos con los diversos equipos implicados, pasaron a formar parte del proceso final de planificación y ejecución de la intervención, a cargo de EDAW, un estudio británico de arquitectura y urbanismo.